De la sportula romana al Lote de Navidad

Hoy os queremos hablar un poco sobre el origen del lote de Navidad y las cestas navideñas.

Tal vez os parezca una tradición muy moderna. Sin embargo, os sorprenderá. Pues ya en la época romana, los patrones tenían la tradición de dar la sportula, que consistía en obsequiar con comida a sus clientes y trabajadores.

Tradiciones que continúan

Sin embargo, a finales del siglo XIX, esta tradición comenzó a enraizarse en nuestra tierra. Y cuando realmente tomó impulso fue durante el siglo XX. Fue entonces cuando muchas empresas de comenzaron a regalar a sus trabajadores, junto con la paga extra de Navidad, cestas llenas de productos navideños, como barquillos, turrones, chocolates, cavas, vinos… Es decir, lo que se acabó convirtiendo en lo que hoy conocemos como lote de Navidad.

Época de cambios

Como ya sabéis, en 2008 llegó la crisis económica, de la que muchas de estas empresas se vieron resentidas, con lo que tuvieron que recortar presupuestos. Así pues, estó conllevó que decidieran cambiar la cesta por el lote de Navidad, algo más asequible. De esta manera, pudieron seguir con este detalle tan agradecido por los trabajadores en un momento tan especial del año.

De todas formas, a partir del año 2014, se empezó a notar una mejora en la vida laboral.

Diferentes visiones, misma ilusión

A lo largo del tiempo, la tendencia y la manera de entender el lote de Navidad  ha pasado de ser una ayuda casi de primera necesidad a ser un acto de regalo para sorprender a los trabajadores.

Lo que es cierto es que cada empresa suele diseñar su lote a su gusto, o sea, adaptado a sus necesidades y también a su presupuesto.

Hoy en día, el tiempo es oro. Por este motivo hay empresas especializadas, como, por ejemplo, la nuestra, que nos encargamos de tenerlo todo preparado. Que nos encargamos de buscar siempre los mejores productos para que tengáis que destinar el menor tiempo posible en elegir.

¿Qué encontramos dentro de un Lote de Navidad?

Así pues, el contenido de los lotes también ha ido cambiando poco a poco y cada vez se valora y se busca más la calidad en lugar de las grandes cantidades. Esto sucede porqué el paladar de las personas es cada vez más experimentado y las empresas buscan sorprender. Es decir, que antes en un lote de Navidad teníamos que encontrar turrones, mazapanes, barquillos, embutidos, bebidas alcohólicas… En cambio, ahora es más sorprendente encontrar una colección de aceites, un maridaje de foie, bombones de fruta…

¿Te ayudamos a sorprenderlos?

El Equipo de Harcogourmet