Déjate llevar por la música del vídeo y, por unos instantes, vuelve a bailar la canción y vuelve a vivir el verano de tu vida…
Olvídate por un momento de las preocupaciones y revive la libertad. Porque, al fin y al cabo, la libertad es tener tiempo para poderlo pasar rodeado de los tuyos, ¿verdad? Así que revive las aventuras, como poner los pies en el mar como si cada vez fuera la primera, sin dejar de sorprenderte con cada ola que llega, hasta que tú te sumerges mar adentro y dejas la costa atrás. O quizás eras de los que preferían tirarse sin miedo a la piscina.
Los buenos momentos de los milenials
Ahora recuerda cómo era volver al pueblo de los abuelos en verano con amigos y familia. Seguramente te encantaban las guerras de agua. ¿Y a quién no? Pero no nos olvidemos de jugar a tazos, ya que podíamos estar horas y horas, como si nos olvidáramos de todo. Lo que no puedes olvidar, sin embargo, es el canto de los pájaros mientras te adentras en una nueva historia de la colección El barco de vapor. Pero, por descontado, no había nada igualable a pasar calor y auténtico miedo bajo las sábanas, linterna en mano, atrapado de nuevo en la lectura de Pesadillas.
Después, los demás se sorprendían si a la mañana siguiente no parabas de bostezar. pero, en realidad, ¿qué más da? El verano es para disfrutarlo. Y una buena forma de hacerlo era descubriendo nuevas playas donde comer. Lo que ya no era tan divertido era tener que ponerte crema solar y esperarte para entrar en el agua. Pero mientras, te distraías haciendo castillos de arena, aun sabiendo que desaparecerían, pero deseando que duraran para siempre. Deseando, en el fondo, que el verano de tu vida durase para siempre. Porque eso era la auténtica libertad. Ir todo el día con poca ropa, como los bañadores con flecos, y con pocas preocupaciones. Llenarte los pulmones de aire fresco…
Deja que la nostalgia te embriague…
Revive los momentos llenos de música y bailes. Puede ser que te venga a la cabeza quella canción que siempre te transportará a un instante donde la libertad parecía eterna. Instantes mágicos, como era disfrutar un helado mirando Doraemon y Dragon Ball en la tele, o también ir al cine a sorprenderte con Jurassic Park, Toy Story, El Rey León… Sin embargo, lo que me emociona más és recordar las noches de verano viendo Grand Prix, tumbados en el sofà, después de sobremesas interminables con La Macarena sonando de fondo.
No podemos olvidar, por tanto, los sueños que entonces crecían rápidamente, como las alas para llegar lejos y las risas incontrolables que, sinceramente, no querías controlar. Nunca nada será tan auténtico como una sonrisa de verdad. Y, ¿sabéis qué? Al fin y al cabo, lo más importante de todo és la felicidad. Escondida bajo una concha en medio de una playa desierta.
Levanta la felicidad.
Desde Harcogourmet os deseamos que paséis un verano fantástico.
¡Muchas gracias y nos vemos pronto!
El Equipo de Harcogourmet