Una carrera infantil adaptada

Hay ideas que nacen con un papelito enganchado donde hay escrito “No sé si creceré, pero lo intentaré con fuerza”. Y, a veces, estas ideas se acaban convirtiendo en aventuras gigantes. Cómo estaban destinadas a ser. Como la iniciativa de Noemí Font, la madre de Emma, una niña con espina bífida, que decidió canalizar las ganas de correr de su hija y promover una Carrera infantil adaptada para niños con movilidad reducida.

Ya os lo imagináis, ¿verdad? ¡Lo hizo realidad!

La carrera se celebró el pasado sábado, 14 de agosto, en el marco de las Festes de Sant Roc del Barri Gòtic de Barcelona. Los participantes podían elegir, en función de sus capacidades, la longitud del recorrido, 10, 20 o un máximo de 30 metros. Y empezó a las 10 de la mañana en la Avinguda de la Catedral de Barcelona.

“Puños apretados, cuerpo en tensión, mirada atenta, boca cerrada y en mi cabeza: “hija, pon bien los pies, no te hagas daño, no corras tanto, ve con cuidado, que la gente se aparte…”
Y me dice:
_Mama va, ¡hacemos una carrera!
_¡Venga!”

La fuerza de la gente

Noemí explicó vía Twitter la ilusión que le hacía organizarlo, y que la primera empresa les había cerrado las puertas. Es injusto que se cierren puertas en momentos donde se tienen que dar alas. Pero, por suerte, muchas personas se abocaron completamente. La solidaridad no ha muerto, y en momentos como este es cuando queda demostrado, cuando seguimos viendo esperanza en la sociedad. Una sociedad que se ha abocado en la hora de participar y ayudar. Una sociedad de la cual estamos orgullosos de formar parte.

Y a partir de allí fue una avalancha de propuestas, de implicación, mucha gente con ganas de participar. ¿Que se tiene que montar una carrera? ¡Pues montamos una carrera infantil adaptada! Tú llevas los premios, yo los dorsales, yo imprimo camisetas, tú llevas la bebida, yo haré de speaker, tú vigila que a nadie le falte agua… Y así llegamos a un sábado de verano a las 10 de la mañana con la aportación de muchos, con la suma de todos. Con la fuerza de la gente.

La primera carrera infantil adaptada del barrio Gòtic se había hecho realidad.

Todos campeones

Por nuestra parte, desde Harcogourmet también quisimos aportar nuestro grano de arena. Bien, más que grano, una cesta. Adaptamos una cesta de Navidad para que fuera como la bolsa de alimentos y de recuerdo que se da al acabar una carrera. Un lote para cada participante con productos para que pudieran hacer un aperitivo y que el día todavía fuera más redondo.

Se trataba de un premio para todos los participantes y para poderlo compartir con sus familias, naturalmente. Porque todos son unos campeones. De la carrera. De la vida. De la superación día tras día. De mirar los obstáculos con una sonrisa diciendo: “Yo puedo, yo soy capaz.” A veces no se ve todo el esfuerzo y la superación que hay detrás, pero la clave está en no rendirse. Así que enhorabuena a todos los niños que nos dieron una lección de vida.

Más eventos inclusivos en camino

Todavía con los ojos negados de lágrimas… cuánta emoción, cuánta superación. Que especial lo que vivimos el sábado. Por eso hoy queríamos hablar de ello en nuestro blog, para compartirlo, por qué esta iniciativa no parece tener un final. Noemí puso en marcha un motor que ha llegado a calentar muchos corazones. Y una llama colectiva no se apaga nunca.

Por otro lado, la sociedad se ha movido tanto que ya se han programado otra carrera infantil adaptada. En concreto dos carreras más de momento. Una en octubre, en las Festes de l’Eixample Esquerre, y otra en diciembre, por las Festes de Sant Andreu. Es esencial plantearles a los niños retos que puedan lograr, pero que a la vez les hagan crecer, soñar, superarse.

¡Salud!